Hay numerosas teorías sobre el liderazgo donde frecuentemente una contradice la otra.
Estudios en psicología del liderazgo demuestran como un líder se considera como tal en relación al contexto y a la situación, es decir, es el ambiente externo y las condiciones momentáneas que determinan al líder.
Si pensamos en el general de un ejército o un gerente, un team leader de un grupo de trabajo o el entrenador de un equipo, este concepto es fácilmente comprensible.
Son precisamente las condiciones en las que la persona obra que determinan su influencia de liderazgo: no quiere decir que un entrenador fuera de su equipo será seguido, exactamente como un gerente fuera de su empresa o el general en un ambiente civil.
No es una casualidad que muchos lideres sean privados de su carisma o de la capacidad de decisión dentro de los muros domésticos.
Son múltiples los ejemplos en la historia que demuestran esto: Julio Cesar y Marco Antonio seducidos por el encanto de la reina Cleopatra tomaron decisiones estratégicas bastante discutibles para el manejo del propio reino. Científicos como Einstein y Tesla vivieron turbulencias sentimentales por las cuales perdieron el raciocinio en muchos de sus proyectos; por no hablar del rol fundamental que asumen las “first lady” de los presidentes, basta pensar en el liderazgo de Michelle Obama con respecto a su esposo o del dramático ascenso que la primera dama, Brigitte Marie Trogneux ejerce sobre su esposo.
Sin proporcionar más ejemplos de personajes famosos, es suficiente imaginar a un gerente cuyos colaboradores realizan al pie de la letra las ordenes, pero que no es escuchado en lo absoluto por sus mismos hijos.
Desde este punto de vista entonces, el liderazgo tiene siempre un carácter situacional, si cambia la situación cambia el líder o el estilo de liderazgo.
Otros estudios demuestran claramente como una persona que ha desarrollado un cierto grado de influencia, carisma y comunicación estratégica puede ser un líder en diversas situaciones o contextos.
Suficiente pensar en la “doncella de Orleans” es decir Juana de Arco, nacida en condiciones humildes y criada cuidando gansos que se vio guiando ejércitos, luchando por la libertad y negociando con reyes y príncipes gracias a su coraje y a su fuerza de ánimo.
En este caso fue precisamente su liderazgo lo que modificó el ambiente y no el contrario.
Los mismo sucede con un gerente contratado por una empresa en crisis que gracias a sus conocimientos y a sus características logra hacer cambiar el negocio modificando la estructura empresarial.
Desde este punto de vista y a diferencia de lo anterior, el líder puede modificar el ambiente donde trabaja.
¿Cuál de las dos perspectivas es la correcta? Ambas y ninguna de las dos.
Desde un punto de vista estratégico se debe hacer un salto de paradigma lógico.
Si queremos realmente ayudar a las personas a desarrollar el propio liderazgo tenemos que evaluar cuáles son los efectos pragmáticos de la influencia que estos logran producir en las otras personas.
El estudio de la comunicación estratégica y la pragmática evidencia como cualquier acto comunicativo crea efectos sensoriales sobre quien lo recibe y precisamente las personas reaccionan a estos efectos creando una realidad propia.
Desde esta perspectiva el líder, para ser tal, tendrá siempre que calibrar su comunicación bien sea verbal que paraverbal y no verbal.
Precisamente por el hecho que no se puede no comunicar, de la misma forma no se puede no influenciar, y será precisamente el cómo influencio lo que determina la visión que los otros tienen de mi.
Pensemos en los que hacen carrera de forma muy rápida (a excepción de los que tienen recomendaciones), al político que mueve masas, al capitán de equipo que logra arrastrar a los jugadores, por no hablar de los comandantes antiguos que gracias a sus palabras motivaban los soldados para que lucharan hasta la muerte. Y también los religiosos que mueven las partes mas profundas del hombre hasta hacerle realizar acciones no ordinarias (en el bien, si se piensa en quienes dedicaron su vida al servicio de los demás; en el mal, si se trasforma al fiel en un kamikaze).
Todos ellos crean una influencia sensorial que crea una percepción precisa y orientada a las personas.
El mismo mecanismo se encuentra en el marketing, donde un producto o una marca posee un liderazgo en el mercado sencillamente porque es percibido de esta forma.
Desde nuestra perspectiva, resulta claro que el liderazgo esta más profundamente ligado a lo que el líder hace sentir en quien lo escucha que a las técnicas especificas que utiliza, éstas que están tan de moda hoy en día y que producen pocos resultados o no hacen más que engañar a las personas.
Caminar sobre carbones en llamas, lanzarse con un paracaídas, hacer un curso de sobrevivencia en el Sahara o entrenarse en ser asertivo tiene poco que ver con el desarrollo del liderazgo pragmático.
Esto porque el liderazgo no es algo que el líder posee sino algo que los otros ven en él.
Son los otros quienes establecen si una persona es un líder o no lo es pero nunca al contrario (concepto desconocido para los gurú del liderazgo).
Por este motivo cada persona que ocupa un rol de poder y quien quiera mejorar su propia posición tendrá que tener siempre en mente que el liderazgo esta en los ojos de quien mira.
Entonces el liderazgo pragmático y estratégico es un liderazgo perceptivo que estimula las sensaciones y orienta a las acciones.
Ejercicio practico para desarrollar tu liderazgo:
- Hazte esta pregunta: ¿Qué tendrían que sentir y entender los otros de mi para hacer que yo sea visto como un líder?
- Traduce en acciones concretas la respuesta que te has dado
Ej.: Respuesta a la pregunta anterior: para ser visto como un líder los otros me tendrían que percibir como una persona segura y con las ideas claras.
Traducción en acciones concretas: decidir sin solicitar consejo, indicar qué hacer de manera calmada pero decidida, evitar enojarme si algo no sale bien.
- Pon en acto la acción más sencilla entre las que te has dado como respuesta.
- Continua hasta que no te venga espontaneo y después pasa a otra.
Recuerda siempre el secreto de secretos, que por lo tanto no es un secreto: nadie nace líder, sólo algunos se convierten en uno.